domingo, 19 de enero de 2014

Prólogo: Tormenta.

El único recuerdo que logro salvar ante de caer en la inmensa oscuridad
es la sonrisa de mi madre antes de que la mar, embravecida, volcase nuestro velero.

Recuerdo haber caído al agua...
Recuerdo la asfixia, la ansiedad, la impotencia..
El agua exageradamente salada ahogándome..
Entrando por mis fosas nasales, por mi garganta...
Llenando mis pulmones.

Algo me estaba devorando el alma.
Algo me  sometía y me llevaba lejos de la cordura.

¿Este es mi fin? ¿así moriré?

¿Por qué no podía nadar a la superficie?

El mar me llevaba a donde quería...
En todas direcciones, pero siempre hacia la profundidad.

Mi cabeza daba vueltas, no sabía donde estaba, quien era, ni como había llegado allí.. y lo peor, no podía coger una bocanada de aire.
No sabes lo agobiante que es eso... No sabes lo afortunado que eres de poder respirar en este instante.

Cada vez más profundo..

Algo me llevaba lejos, tan lejos.. Tan abajo... Tan oscuro.

Mamá, ¿será esta la última vez que veré tu sonrisa?...
Si es así, me alegro de haber sido la causante de ella.


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